El viernes tuvimos un desayuno con pan calentito y nocilla. Compramos 4 barras de pan grande y 2 botes de nocilla. Después de lavarnos las manos, olimos el pan, primero entero y luego abierto, que por cierto, olía bastante bien ya que estaba recién sacado del horno y calentito, luego lo tocamos. Olimos la nocilla.
Preparamos los bocadillos, para ello untamos la nocilla en el pan y vimos como se ablandaba con el calorcito del pan y lo cortamos en trozos. Contamos las mesas para saber cuántos platos necesitábamos y también contamos los niños que había en cada mesa, para saber los trozos de pan que poníamos en cada plato. Repartimos los platos y ¡a comer! algunos/as repitieron, …¡ qué bueno está y crujiente!